

EL HOMBRE DETRÁS DEL ARTISTA.
Un pintor es un artista que practica el arte de la pintura, que consiste en crear cuadros y frescos, de una manera considerada artística la cual pueda comunicar algún goce estético, emociones, sentimientos, o referencias de contexto social-histórico-cultural.
Santiago Rusiñol y Prats fue un pintor, escritor e ideólogo del movimiento modernista catalán, Santiago nació el 25 de febrero 1861 en Barcelona en una buena familia que se dedico a la industria del textil, eran procedentes de Manlleu. Mientras que su hermano Alberto destaco de forma notable en los negocios y la política, Santiago decidió dedicarse a la pintura. Se formó en el Centro de acuarelistas de Barcelona y fue discípulo de Tomás Moragas. Viajó a París en 1889, donde vivió en Montmartre junto con Ramón Casas y con Ignacio Zuloaga.
Santiago Rusiñol y Prats no fue un gran pintor, empezó a destacar una vez encontrada la fórmula de sus «jardines», algo que explotó sin pausa hasta el día de su muerte, ni un gran escritor; su formación cultural fue bastante sumaria y todo lo fue aprendiendo de la vida, para lo cual ojo poseyó grandes cualidades como observador y asimilador, pero nunca experimentó disyuntivas estéticas o estilísticas, no era un artista inquieto y nunca mostró interés a abrir nuevos horizontes literarios. Pese a todo fue siempre artista, no importaba si manejaba el pincel como la pluma, y supo ser fiel, cumplió con honores y supo satisfacer las necesidades de su público.
50 pesetas. 1951 : Anverso, Santiago Ruiseñol, grabado por Jose Luis Sanchez Toda; reverso, Jardines de Aranjuez, obra de Ruiseñol, grabado por Jose Lopez Pavía y Jose Lopez Sanchez Toda.Impreso en litografía y calcografía. Marca de agua: Cabeza de Ruiseñol. Tamaño: 135 x 86 mm.Tirada: 69.500.000.
SERIES ESPECIALMENTE RARAS.
Las series “D” y “E” son series no emitidas y, por consiguiente, tampoco se les imprimió la firma del cajero. Son muy, muy raras y hasta hace pocos años no aparecieron con cierta frecuencia. Es mucho más rara la “E”, que la “D”, por lo que se puede valorar a doble precio la serie “E”; en cualquier caso, ambas series son , mucho más fáciles de conseguir que la “C” no emitida.
De la serie “C” los últimos cuatro millones de esta serie se encuentran sin firma del cajero como las mencionadas “D” y “E” ya que se suspendió su emisión al ponerse en circulación las monedas de 50 pesetas. Debe considerarse estos ejemplares, no como errores sino como serie no emitida y, por lo tanto, coleccionables de forma diferenciada de los restantes “C”; en esta condición es una serie especialmente inencontrable.
La serie “F”, según el Banco de España, fue fabricada, creemos que unos 6.000.000 de ejemplares, y como las anteriores, no se puso en circulación. Es una de las series de las que se comenta que existen ejemplares pero que nadie dice haberlas visto personalmente por lo que en caso de aparecer algún ejemplar aislado alcanzaría precios muy elevados.

EL OBSESIÓN QUE SENTÍA POR LA DROGA LO ATRAPO DURANTE 10 LARGOS AÑOS.
Tras la muerte de su abuelo en 1887 quedo muy afectado y esto supondría un punto de inflexión en su vida. Como por aquella época Santiago no tenia cargas familiares y nada que lo retuviera allí, el artista abandonó la que hasta entonces había sido su vida para dedicarse plenamente a el arte de la pintura.
Al igual que otros muchos artistas y literatos españoles de la época –como sus amigos Ignacio Zuloaga o Ramón Casas–, en 1889 el arista catalán Santiago Rusiñol decidió establecer su residencia en París, verdadera capital artística en aquellos años de finales de siglo. De aquellos años de arte, noches de bohemia y excesos en el barrio de Montmartre, Rusiñol no solo se trajo un renovado estilo pictórico, también trajo tras de si a un demonio, el demonio de la adicción, la de la morfina, fue un adicto a dicha sustancia esta influyó de forma mas que notable tanto en su creación artística como en su salud y su vida privada.
Al parecer Rusiñol comenzó a consumir de forma permanente el potente opiáceo para calmar supuestamente los dolores de huesos que padecía a causa de una antigua caída –una explicación que quizá fuese una mera excusa– y quedaría inmerso en la droga por completo durante diez largos años, la obsesión por esta sustancia era muy fuerte y era tal su adicción que prácticamente no pensaba en otra cosa, sin embargo, también aunque tristemente tenemos que reconocer que esto potencio de forma notable la creatividad del artista de echo una de sus pinturas más famosas y alabadas, precisamente se titula ‘La morfina’ (1894), está directamente vinculada con aquella malsana adicción.
Santiago Rusiñol y Prats se encontraba realizando una de sus muchas series de paisajes cuando el ángel de la muerte lo sorprendió en Aranjuez tal día como hoy el 13 de junio de 1931.
Santiago Rusiñol y Prats descansa desde entonces en el cementerio de Montjuïc de Barcelona.
Cementerio de Montjuïc de Barcelona.
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